jueves, 21 de enero de 2010

Nuevo temblor causa panico y agrava crisis



Un soldado vigila cerca de escombros y un grupo de haitianos intenta normalizar su cotidianidad, poco después del temblor que ayer avivó temores y derrumbó casas tambaleantes.










Nuevo temblor causa pánico y agrava crisis
El movimiento telúrico provocó una muerte indirecta


Un soldado vigila cerca de escombros y un grupo de haitianos intenta normalizar su cotidianidad, poco después del temblor que ayer avivó temores y derrumbó casas tambaleantes.
Por PAUL HAVEN y MICHELLE FAUL / The Associated Press
PUERTO PRÍNCIPE - El nuevo temblor de tierra que sacudió ayer a Haití estremeció los pocos edificios que quedan en pie, mientras la gente corrió a las calles y se acrecentó el pánico, justo ocho días después que la capital quedó devastada por un potente terremoto.
Al menos una mujer murió de un ataque al corazón, según Eddy Thomas, un encargado médico. “Tenía problemas de corazón y el nuevo sismo acabó con ella”, dijo mientras trasladaba su cuerpo en una camilla.
El temblor con magnitud 5.9 grados en la escala Richter es la réplica más fuerte sentida hasta el momento, después del terremoto del 12 de enero.
El movimiento telúrico, registrado a las 6:03 de la mañana, propició el colapso de siete edificios en Petit-Goave, la población costera más cercana al epicentro, aseguró Mike Gordon, de la agencia de Evaluación de Desastres y Coordinación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).



El Instituto Geológico de Estados Unidos situó el epicentro del temblor a unos 60 kilómetros al oeste-suroeste de Puerto Príncipe, a una profundidad de 9.9 kilómetros.
“Fue como estar sobre una tabla colocada encima de una pelota”, dijo el sargento estadounidense Steven Payne, de 27 años, quien se preparaba para repartir comida en un campo de tiendas de campaña con 25,000 damnificados.
Más réplicas
Haití puede sufrir más réplicas en las próximas semanas y aunque el patrón normal sugiere que serán más débiles y menos frecuentes, otro remezón tan fuerte como el de ayer es sin duda posible, aseguraron varios científicos.
Bruce Pressgrave, geofísico del Instituto Geológico de Estados Unidos, dijo que las réplicas son señales de que la tierra se ajusta a “la nueva realidad de las capas de roca”.
Por su parte, Eric Calais, de la Universidad Purdue, quien ha estudiado el potencial de terremotos en la región, sostuvo que las réplicas podrían continuar durante varias semanas y que otro temblor tan fuerte como el de ayer no sería sorprendente.
“Serán menos y menos frecuentes, pero los (sismos) grandes aún pueden ocurrir”, dijo. Así que los edificios aún están en riesgo, especialmente aquellos que ya han quedado debilitados, agregó.
Julie Dutton, una geofísica del mismo instituto, señaló también que más réplicas son probables y que otro temblor de magnitud 6.1 es definitivamente posible.
“Vemos con más frecuencia que los terremotos se reducen en tamaño, pero existe definitivamente el potencial de tener uno más potente”, afirmó.
Hospital flotante
Ayer, por otro lado, la operación de ayuda internacional continuaba con problemas logísticos. Sin embargo, llegó más ayuda, encabezada por el arribo del hospital flotante del Ejército de EE.UU., el USNS Comfort.
Los primeros pacientes en llegar al barco hospital fue un niño de seis años y un joven de 20, gravemente heridos.
En el barco laboran 550 profesionales de la salud y unos 60 marineros.
En tierra, mientras, equipos de búsqueda y rescate han registrado algunos éxitos insólitos como el de Lozama Hotteline, de 26 años.
La joven sacada a la superficie cerca de la madrugada de ayer, sonreía y cantaba al ser rescatada de las ruinas de una tienda en el vecindario de Pétionville por el grupo francés Socorristas sin Fronteras.
Según las autoridades, más de un centenar de personas fueron rescatadas por los equipos internacionales y docenas de equipos de búsqueda laboraban aún entre las ruinas de Puerto Príncipe procurando hallar señales de vida.
Aún así, el tiempo se agota para las personas que siguen bajo ruinas y escombros. Mientras, muchos sobrevivientes se quejan de que aún no puede hacer llegar alimentos y agua suficiente.
“Necesitamos alimentos, ropa, de todo. No sé quién tiene la responsabilidad, pero deben darnos algo rápidamente”, dijo Sophia Eltime, de 29 años, madre de dos hijos, quien se refugiaba bajo una sábana con siete familiares.
El Programa Mundial de Alimentos dijo que ha distribuido más de 250,000 raciones hasta el martes, que alcanzaron a una minúscula proporción de los 3 millones de personas que se cree necesitan desesperadamente ayuda.

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